Iquique, Abril 2017

LA FAMILIA Y LOS ADOLESCENTES

Han pasado los 10 años de vida de un integrante de una familia cualquiera. Lo(a) vemos más grande, pero también cualitativamente distinto(a). Como padres tenemos miedo que se aleje, que no haya comunicación. Comenzamos entonces a preocuparnos, tenemos dudas, queremos hacer las cosas bien… pero, no estamos seguros. ¿Qué podemos hacer.? ¿Hay alguien que pueda ayudarnos?

 

Como Colegio no podemos dejar de entender la problemática de cada padre en esta situación, que también, en su momento hemos vivido, con nuestros hijos primero y con tantos adolescentes después. Pensamos que si bien no es algo simple, podemos descubrir algunos elementos que siempre están presentes, los que agrupados forman una cadena:

 

Comunicación……Manejo de la Emocionalidad……..Establecimiento de Normas……Modelización  y Disponibilidad.

 

En sí, cada tema es de vital importancia por cuanto nuestra relación depende de la habilidad que tengamos para manejar cada uno de ellos. Si enlazamos cada uno de ellos de manera lógica creemos que la Disponibilidad o el tiempo que les dedicamos nos parece de vital importancia para el éxito del manejo de todos los demás aspectos. He aquí los aspectos fundamentales que hay que considerar

  • Disponibilidad Espacial: tener una buena organización para los planes familiares pasa por encontrar espacios adecuados para las interacciones familiares. La importancia está en saber encontrar el lugar adecuado para cada actividad que la familia propone.
  • Disponibilidad Temporal: en qué medida los miembros de tu familia se organizan para realizar actividades juntos. La prioridad que cada uno asigna a los planes que se pactan en casa y el compromiso con llevarlos adelante en la fecha acordada son dos variables importantes de este factor. La vida en familia supone encontrar momentos para compartir.
  • Dedicación: Incluye aspectos como el sentimiento de compromiso y la cohesión con la familia, la actitud de responsabilidad comunitaria y el sacrificio por los demás en el hogar. Esto incluye a todos los integrantes del grupo familiar.

Aún estando disponibles no siempre la relación es buena, fácil o armoniosa, dependiendo muchas veces del manejo de la emocionabilidad de cada integrante del grupo familiar incluyendo en ello una serie de conductas tales como:

  • Control Emocional: Corresponde a la habilidad para afrontar las situaciones problemáticas en el hogar sin dejarse llevar por los sentimientos. El control emocional es una capacidad compleja que cuesta adquirir, pero que mediante ciertas técnicas logramos hacerlo.
  • Empatía: es la habilidad que permite ponerse en el lugar del otro y experimentar con ella sus sentimientos. La empatía correcta es la que  permite contemplar las emociones desde fuera, entendiéndolas pero sin que afecten personalmente.
  • Expresión Emocional: dota de una capacidad para la transmisión efectiva de sentimientos. Es difícil de manejar y está muy condicionada por el entorno y las situaciones.
  • Reconocimiento de Errores: un buen padre es el que tiene la madurez para reconocer que se puede equivocar. Aprovechar los errores como un aprendizaje es una faceta importante de las personas con elevada Inteligencia Emocional.

Cuando existe un buen control emocional es posible realizar o establecer los dos aspectos que pueden resultar cruciales cuando de una buena relación se trata. Estos aspectos se refieren a la modelización y al establecimiento de normas.

La modelización o la identificación con un Modelo exige de forma previa, que tiene que existir una relación de vinculación. El vínculo puede ser de interés, respeto admiración allí el adolescente tiende a imitar las conductas  existiendo patrones de comportamiento muy claros. Mientras más cercanos seamos con nuestros hijos más probabilidades existe que seamos un modelo digno de imitar. Podemos generar modelado en las conductas, pero también en los pensamientos o actitudes hacia las cosas, la forma de comunicarnos, nuestros hábitos de relación, los gustos y aficiones que nos definen. Mientras mejor modelo seamos mejor conducta tendrán nuestros hijos.

  • Finalmente el establecimiento  de normas implica  la habilidad que tienes como padre para crear normas con justicia y equidad. Incluye la gestión de acuerdos cooperativos. La mejor evaluación para esta dimensión es el funcionamiento familiar general.

Pero toda norma tiene que ser aplicada y también supervisada. Tan importante es crear una buena norma como evaluar que se está poniendo en práctica de forma adecuada. Se puede manifestar mediante una gestión directa o mediante delegación de funciones en los diversos roles generales  ya que en un hogar las normas se pueden establecer por una o varias personas.

  • La norma tiene asociada aspectos muy importantes  la flexibilidad y la adaptabilidad. Una norma tiene sentido en un tiempo y un espacio, pero pierde coherencia si se cambia el contexto en el que se aplica. Incluso las normas se pueden adaptar en función de las personas y sus características individuales, así la norma que sirve para un miembro de un grupo familiar no necesariamente sirve de la misma manera para otro.

Creemos que ambos padres deben discutir estos temas, tomar las mejores opciones, dependiendo del conocimiento y de la edad que tienen sus hijos. No olvidemos que una buena convivencia evita los problemas.

¡VAMOS QUE SE PUEDE!

 

Bibliografía

Martinez, Felix. Familia y Adolescentes. Ebook. 2015

Papalia. Desarrollo Humano. Mc Graw Hill. 2005

 

 

Matilde Niño Valenzuela

Psicóloga/Orientadora

Eagles’ College School Counselor

 

 

"